Complejo
de inferioridad
Sentimiento
por el que la gente dentro de su historia se siente de menos valor que los de
más a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burla, sufrimientos,
rechazos, etc., lo cual normalmente
sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobre
compensarlo.
El complejo de superioridad
Es un
mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos
de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que
sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y
otros negativos. Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por
su psiquis para obcecarse sólo con los positivos.[1]
Es
la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad
percibida con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital.
Inferioridad del Órgano
El
hecho de que cada uno de nosotros tiene partes débiles y fuertes con respecto a
la anatomía o la fisiología. Adler
señaló que muchas personas responden a estas inferioridades orgánicas por
compensación.
Impulso agresivo
El
esfuerzo hacia el sentimiento más alto puede tomar la forma de pelear o
crueldad, o puede ser expresado en una forma más socializada como competencia
atlética u otro esfuerzo para dormir.
Afán de Perfección
Negar nuestro ideal desarrollando nuestras potencialidades a costa de
todo. Adler lo considera como negativo y una perversión por conseguir nuestro
objetivo a cualquier modo.
APLICACIÓN PROFESIONAL
1. En
el ámbito docente resulta cuesta arriba el desarrollo profesional de cara al
servicio a personas con sentido de inferioridad. Responder de modo
satisfactorio a una persona esquiva y en ocasiones se automarginada o en
sentido opuesto agresiva para ocultar dicha condición, se convierte en un reto,
pues el ambiente plural del aula te convierte al docente en un orientador y
acompañante. Proceder con inclusión, resaltando las fortalezas y corrigiendo
con sigilo y precaución al alumno sería
un punto de partida para el armónico
desarrollo del alumno y el
programa que se imparte.
2. El afán de perfección en estudiantes, debe ser
analizado con detenimiento, sopesando los determinantes que intervienen en
este, para establecer un punto de partida en miras a brindar soluciones de
crecimiento al estudiante. En cierto modo todo estudiante debe participar o
tener inclinación por la superioridad, el punto está en el nivel de este
anhelo, que se convierte en negativo cuando no se miden las consecuencias de
los medios para obtenerlo, cuando el otro no importa, lo que verdaderamente
importa es mi crecimiento a costa de lo
que sea. Los indicadores de afán de perfección en ocasiones suele ser la
exclusión por incapacidad a ciertos compañeros, la individualidad, la negación a
asumir determinados programas.
Podemos implementar en el aula la valoración práctica de lo que se
persigue, concienciar al estudiante en los valores humanos y la determinación
de nuestros logros al servicio de la comunidad humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario